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Aprende a reconocer los primeros síntomas de enfermedad: cambios en la actitud de tu cobaya, en sus hábitos de alimentación, nivel de actividad, peso, etc.
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Ves a un veterinario inmediatamente. Incluso el mejor veterinario no puede diagnosticar a tu cobaya a través del teléfono, cuando menos tratarlo.
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Aísla a tu cobaya enferma de otros animales, sobre todo otras cobayas. Puede tener algo contagioso.
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Mantén a tu cobaya en una habitación templada (no excesivamente caliente)
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Como es normal, dale tanto heno y pienso como quiera, pero también sus vegetales y frutas favoritas.
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Si no come solo, DEBES alimentarlo “a la fuerza”, al menos 3 ó 4 veces al día.
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Nunca le des a tu cobaya una medicina que no haya sido recetada por un veterinario experimentado que haya examinado a tu animal.
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A menudo, la única señal es que tu cobaya no quiere comer, o come menos de lo normal. Sólo un veterinario puede diagnosticar, así que no intentes hacerlo tú solo.