José nació el 5 de Diciembre de 1950, fue el sexto de ocho hermanos. De niño se crió al pie de una fragua, era hijo de un gitano fraguero y una gitana canastera, Juan Luis y Juana. Sus hermanos y él se criaron en una casita de dos habitaciones, debido a la pobreza que había.
Con 8 años ya empezaba a cantar, y su hermano, Manuel, lo llevaba a una venta, la Venta de Vargas, para que cantara y ganara algún dinerillo.
Allí por los setenta se fue a Madrid. El su vida la tenía en Madrid, pero a él le gustaba estar donde nació, allí en San Fernando. En muchos de sus regresos a San Fernando, frecuentaba una casa de gitanos en La Línea, por aquella época ya era conocido como ''Camarón de la Isla''. En esa casita vivía una gitanita de la que se enamoró. José le sacaba 9 años de diferencia aunque, al tiempo, los padres de la gitana aceptaron la relación y se casaron cuando Dolores Montoya, familiarmente conocida como ''La Chispa'', cumplió 16 años.
Fueron formando una familia, tuvieron cuatro niños, Luis, Gema, Rocío y José.
Las amistades del exterior de su tierra gaditana le hicieron mal, pues él, desde muy joven comenzó fumando tabaco, pero esas amistades, le ocasionaron el uso de los opiáceos.
Tras unos años sacando discos junto a: Tomatito, Paco de Lucía, Paco Cepero...Así
Le corroe un dolor muy fuerte por el pecho, el cual le hace asistir forzosamente al médico, cosa rara, ya que a José los medicos le daban mucho miedo. Dijeron que no tenía nada, pero cuando fueron al hospital German Y Trias de Barcelona, se dieron cuenta que tenía cancer de pulmón, con metaxtasis. Pero eso no era por la droga, pues José no era adicto a la droga, consumía porque quería, no por la necesidad que da la adicción. A lo que era realmente adicto, era a la nicotina. Él daba por hecho que se iba a morir joven, lo tenía muy presente, porque como sus hermanos, su padre y algunos familiares murieron también jovenes...
Lo peor llega el 2 de julio de 1992.
Cuando su vida se apaga...
Hay gente que dice ser amiga de José, pero José, contaba a sus amigos con una mano, y le sobraban dedos.
Él no vivía para cantar, él cantaba para vivie.
Él, en ningún momento se sintió especial.
Su palabra, era un contrato, su corazón...la bondad materializada.
