Furai significa en japonés “el sonido del viento” y hoy mismo, ese viento de renovación que sopla sin frenos hacia el futuro, nos trae un rumor sobre este impresionante modelo que los japoneses están probando, que dice que el destino inequívoco es participar en las míticas 24 Horas de Le Mans.
Mazda, no habrá que dejar ésto de lado, es la única casa japonesa que ha sabido alzarse con la victoria en la gran carrera y desde hace tiempo tiene ganas de reverdecer los laureles que desde el lejano 1.991 no recibe.
Para Mazda ha llegado sin lugar a dudas la hora de renovar el RX-8 y según parece muchos de los elementos de este fantástico concept, el Furai, estarán presentes en el modelo que lo reemplace.
Mientras tanto y como para ir preparando el terreno para lo que puede llegar a venir, será bueno saber que el Furai se presenta ante nosotros con unos números que asustan a más de uno: 9.000 rpm, 450 CV de potencia, aceleración de 0 a 100 km/h. en 4 segundos y 270 km/h. de velocidad final.
Con todos esos antecedentes, más con las ganas y el hambre de gloria que tienen en Mazda no sería extraño ver en la próxima edición de las 24 Horas de Le Mans a esta bestia motorizada.
Para competir en
La Sarthé no serán muchos los cambios que habrá que practicarle por reglamento al Mazda Furai: habrá que modificar el alerón trasero (sus dimensiones), habrá que modificar el sistema de ventilación de la planta motriz y finalmente habrá que darle 1 centímetro más de despeje al suelo. De esa manera el Furai estará en condiciones de competir normalmente en Le Mans.
No parece un buen momento para ganar en Le Mans, no se cuenta con un motor diésel. Mazda lo consiguió en 1991, cuando casi nadie suponía que pudiera conseguirlo una marca pequeña, japonesa... y fiel al motor rotativo, el Furai parece un coche de competición, pero no lo es exactamente. El Furai es un ensayo, pero no un ensayo general para la reconquista de las 24 horas. O eso nos dicen. Mientrasle damos vueltas a esto, los RX8 siguen ganando carreras de resistencia y escalando peldaños en la fiabilidad de sus célebres motores rotativos. Mazda no ha dejado nunca las carreras, y de hecho sus modelos, y sus motores, son los más abundantes en las parrillas de salida de las competiciones norteamericanas. Otra cosa es que el Furai sea el anticipo de un posible regreso al legendario circuito francés. Parece que eso, de momento, tendrá que esperar. En Mazda andan revolucionados. Tal vez por eso lanzan, a propósito del Furai, una nueva propuesta de su motor Wankel tri-rotor, esta vez alimentado por etanol. En lo concerniente al diseño exterior, el Taiki parece haberles dejado la sensación de quedarse cortos y, revolucionado como está el plantel de diseño de Mazda, llega el Furai. Un poco más de la mismareceta estilística que se inauguró con el Nagare, pero ahora con un formato racing que obliga a hacerse algunas preguntas. Entre otras, y por ejemplo: ¿Ha pensado Mazda en la posibilidad de regresar a Le Mans? ¿Quiere la marca de Hiroshima poner a la venta un súper-coche de producción limitada? ¿Dónde termina el coche de salón y empieza el coche real, que pueda fabricarse, aunque sea en series cortas?
Hay muy pocas respuestas, mucha inconcreción, escasa certidumbre alrededor del Furai. Sí, en cambio, bastante literatura conceptual, destinada a explicar lo inexplicable. O lo inconfesable. Con frecuencia los fabricantes acuden a los salones con vistosos prototipos, sin otro objeto que captar el interés de público y medios de comunicación. El Mazda Furai es demasiado bonito para aceptar su condición de simple reclamo, así que lo recibimos como si de una gran novedad se tratara. Como una declaración de intenciones, casi como una promesa. Aporta desde luego ingredientes técnicos que conviene considerar, como esa nueva edición del motor Renesis R20B de tres rotores, que complementa el empeño de Mazda por ofrecer una opción deportiva original a partir de su fidelidad al diseño de Felix Wankel. En ese empeño lleva 40 años.
El último Renesis, puesto a punto para el Mazda Furai, puede funcionarcon etanol puro, o con las distintas mezclas posibles de alcohol y carburantes tradicionales. Un motor de competición capaz de funcionar con alcohol es de por sí un genuino compromiso con la sostenibilidad, las energías alternativas y el cuidado del medioambiente. Para el desarrollo del motor, el departamento que dirige John Doonan ha trabajado codo con codo con BP y su división de combustibles alternativos, que acaba de anunciar una inversión de 500 millones de dólares en el Energy Biosciences Institute: al bio-etanol procedente de cereales y semillas se añadirá pronto el alcohol obtenido a partir de biomasa celulósica. Probablemente uno de los combustibles de mayor viabilidad para el futuro… y el exigido por el reglamento de las ALMS, en cuya edición 2008 se concentra ahora la división deportiva de Mazda. De todos modos, no parece que el Furai esté destinado a competir. Sí, en todo caso, a perfeccionar el diseño de los Courage-Mazda que compiten en la American Le Mans Series. Mazda ha utilizado un chasis ajeno, procedente de la competición; si tuviera intención de volver a las grandes carreras de resistencia como fabricante, se habría tomado la molestia de diseñar su propio chasis.