Es común encontrar en la consulta, a padres angustiados por que su hijo manifiesta dolor en los miembros inferiores o superiores, generalmente en la noche.
Entre los tres y los siete años es frecuente que los niños sufran dolor en los miembros inferiores (muslo o piernas) o en los brazos, los cuales no tienen origen traumático.
Este dolor se debe al crecimiento de los huesos, el estiramiento de los músculos y con ellos los vasos sanguíneos y los nervios.
Los dolores aparecen principalmente de noche y no son reumático ni articulares, o sea no se localizan en rodillas ni tobillos, ni hay manifestaciones externas como hinchazón (inflamación) o enrojecimiento. Su mayor frecuencia es en las épocas donde se producen los grandes picos de crecimiento.
Son molestias persistentes en muslos, pantorrillas, detrás de las rodillas y a veces en los brazos (donde se encuentran los huesos más largos) que pueden durar desde unos minutos hasta varias horas.
Suelen aparecer aquellas noches que el niño ha hecho mucha actividad física durante el día.
Son dolores asimétricos y bilaterales, es decir que ocurren en las dos partes del cuerpo pero no siempre de forma simétrica. Un día puede doler el muslo izquierdo y la pantorrilla derecha y al día siguiente lo contrario.
¿Cómo aliviar los dolores? Además de darle algún analgésico suave con el consentimiento del pediatra, los baños con agua tibia, la aplicación de calor localizado y los masajes son la mejor medicina. También realizar suaves ejercicios de estiramiento en las extremidades doloridas.
Cualquier duda, mejor consulte a su pediatra u ortopedista.