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POEMAS Y DIBUJOS DE MI MADRE

ORGULLO DE ASTURIANÍA

  Asturiana me siento,  de pura cepa,

todos mis pensamientos,  sueños,  quimeras, mis fantasías,

tienen un halo, de asturianía.

 

Este rumor del viento, olor de tierra,

a mis fuertes sentimientos mi vida entera,

donde quisiera un día, ver la bahía.

 

Desde aquel Campo Santo blanco,

que a los rayos del sol reluce tanto

y el ocaso lo cubre de melancolía…

¡Yo siento orgullo de asturianía!

 

Mercedes González de R. Pastur


 





LOS LOCOS POETAS

 

 

Sé, que tenemos fama, los poetas…

de poseer un ramalazo de locura,

un algo… que te desconcierta…

en el alma… estallidos de ternura,

y la mente… elucubrando incierta…

 

El dolor nos rasga… de forma primitiva,

nuestro corazón… con más fuerza lacera,

la mente desbordada… es más intuitiva…

escribimos mil poemas… con la ilusión primera…

la inspiración… nos asalta, nunca avisa.

 

Alegrías y penas forman… una maraña…

aunando en el espíritu… diversos sentimientos,

que todo tu ser sacuden… espolean… arañan…

suben… trepan sin control… al pensamiento,

a veces… te lo calman y otras… te lo dañan…

 

Entre abrupto paisaje

de arbustos y zarzales…

vemos maravilloso… espléndido follaje,

un vergel colorista… de rosales…

y lo describimos… en romántico lenguaje.

 

Si en el chirriante graznar, de  un ave de rapiña,

oímos el melodioso… trino de la alondra…

si aún en la vejez… una se siente niña…

y una puesta de sol… de esta manera asombra…

y ante hermoso verso… el corazón suspira…

 

Si nuestro pecho lo abrasa… el amor y la ternura…

y en la mente… se enredan y confunden…

la prosa… poesías y dulzura…

entonces… mis versos… ¡dos palabras los resumen…!

¡¡Bendita locura…!!

 

Mercedes González De R. Pastur

 


 

Rita Montiel


QUIERO AMANECER CONTIGO

 

 

Quiero amanecer contigo

y sentir, tu aliento a mi lado…

el  calor de tu cuerpo a la vera del mío

un solo hueco en la almohada… por estar muy unidos.

 

Quiero amanecer contigo

sentir en la piel… tu tibieza…

arrebujada en tus brazos, en las noches de frío…

indolente… con pereza…

oprimir en las tuyas, mis manos heladas…

 

En las noches largas… de insomnio y desvelo…

nieve en la cabeza… pliegues en la cara…

cansado… el corazón herido…

viejos… y a pesar de serlo…

¡Quiero amanecer contigo…!

 

 Mercedes González de R. Pastur







OTOÑO

 

 

Otoño…

un vocablo tan solo, una palabra

que sugiere infinitas, grandes carencias

naturaleza triste, resquebrajada

hojas marchitas inundan el alma

haciendo más dolorosas, aún

las ausencias…

 

Otoño melancólico, traidor y bello

escuálidos e impúdicos árboles desnudos

de ocres sombríos, color de musgo

cuando el canto de amor se hace susurro

en busca del calor que avente el frío.

 

El dolor de  aquella muerte anunciada

en otoño llega puntual e implacable

y dejamos, con angustia resignada

y lágrimas de lluvia en la mirada

se nos lleve al ser querido y entrañable.

 

Mercedes González de R. Pastur

 








CASTILLO DE ARENA

 

La arena, polvo de oro

alfombra ardiente…

cubre la playa,

una niña morena

de sol marino…

pisa las algas.

 

Y con gesto amoroso

lenta…  silente…

coge con mimo…

la arena ardiente,

rubia cual oro…

como una brasa.

 

Va, trazando,  un castillo

con sus almenas,

fosos… ventanas…

como colmenas

de rosa y nácar…

 

Una ola de espuma

como una nube…

se acerca rauda,

y el frágil castillo

como la bruma…

desaparece…

 

Y la niña morena

de tez, de luna…

se queda sola,

y,  el castillo de arena

entre la espuma…

absorbe la ola.


Mercedes González de R. Pastur





VALLES SIN MAR

 

¡Qué pena me dan los pueblos…

que no los baña la mar!

Son, como barcos varados,

que nunca pueden bogar.

 

No les salpica la cara

húmeda brisa salina,

aunque sus típicas casas,

estén,  en verde colina.

 

Por  muy fragante que sea

la belleza del lugar,

yo creo… nunca posea

el hechizo que da el mar.

 

Las bravas olas rompiendo

en las rocas, escarpadas,

cual surtidores… cayendo…

con sus espumas… rizadas.

 

¡Qué lástima de los valles

que no los  fecunda el mar,

fértiles ríos, manantiales…

más… le falta al agua… sal!

 

                                                                                                                       Mercedes González de R. Pastur



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