FLORES DE BACH - TERAPIA FLORAL
Esta disciplina opera en todos los planos vitales del ser humano, es decir: terreno emocional, mental, físico y espiritual, ayuda a corregir los patrones negativos que han generado o generarán las enfermedades. De esta manera se restablece el equilibrio (la comunicación energética) entre la personalidad y nuestras estructuras superiores o trascendentes.
Desde la óptica de Bach, es la desarmonía entre Yo superior/Personalidad la causa de lo que conocemos como enfermedad.
Lo importante de esta terapia no es sólo el hecho de que ayude a restablecer la salud psicofísica. y emocional del paciente, yendo a la causa real de la enfermedad, sino, que al mismo tiempo contribuye al desarrollo integral de la personalidad.
La diferencia esencial con la medicina alopática, además de que las flores actúen en diferentes planos, es que para la terapia floral la enfermedad, tal como se entiende en un sentido alopático, es sólo la última fase de un proceso que se inició mucho antes a un nivel sutil en forma de conflicto mental/emocional. Como es bien sabido, la medicina alopática únicamente atiende la parte mecánica y física de la enfermedad, dando un escasísimo valor a la mente y las circunstancias emocionales que rodean la enfermedad. Evidentemente, el aspecto espiritual es algo que ni se considera. Las flores están en desacuerdo con esta concepción, ya que no tratan enfermedades sino enfermos.
De todas formas, sería un error pensar que las flores sólo están destinadas al tratamiento de enfermedades. De hecho una cantidad importante de usuarios las emplean para corregir estados de ánimo negativos y afrontar situaciones conflictivas, primeros auxilios domésticos, o como una valiosa herramienta destinada al aumento de la intuición y ampliación de conciencia.
La terapia floral bien aplicada extrae datos diagnósticos no únicamente de los patrones mentales negativos de nuestros pacientes., sino también de las particulares e individuales formas somáticas en las que se expresan los diversos síntomas (Patrón Transpersonal).
Al ser una terapia holística, puede ayudar en el tratamiento de todas las enfermedades en todos sus estadios, ya sea sola o con otras terapias (alopatía incluida), abarcando desde los síntomas físicos más materiales hasta los trastornos sutiles más incipientes que a posteriori generarán la enfermedad somática o psíquica. Es muy recomendable también en pediatría y veterinaria donde a menudo se consiguen resultados espectaculares.
La terapia floral del Dr. Bach es un sistema completo en sí mismo sujeto a continua evolución, ya que los descubrimientos sobre acciones desconocidas de las esencias se van sucediendo continuamente, debido al gran número de terapeutas que profundizan en su estudio. Asimismo, es bien cierto que las descripciones iniciales de Bach siguen inalterables manteniendo su vigencia a través de los años.
Hay diversos motivos que han contribuido a que la terapia floral sea cada vez más conocida, entre los que podemos citar:
a) carencia de efectos secundarios y contraindicaciones.
b) compatibilidad con cualquier medicación y terapia.
c) bajo coste del tratamiento.
d) ser totalmente natural.
e) imposibilidad de sobredosificación.
f) relativa facilidad de manejo y aprendizaje.
g) seguridad avalada por más de 60 años de uso.
h) actuación en la causa real de la enfermedad.
i) instrumento de evolución personal y espiritual indiscutible.
j) importante papel preventivo.
Cada vez es más la gente que dispone de información sobre medicinas naturales y exige técnicas no agresivas, suficientemente experimentadas y de una reconocida solvencia.
Desde 1976
En junio de 1993 se creó SEDIBAC, (Sociedad para el Estudio y
GRUPO I - El miedo que nos bloquea las iniciativas vitales.
GRUPO II - La incertidumbre que nos hace sentirnos a merced de los demás.
GRUPO III - La falta de interés por la realidad.
GRUPO IV - La soledad orgullosa, rígida y egoista.
GRUPO V - La hipersensibilidad al juicio de los demás.
GRUPO VI - El desánimo o la desesperación.
GRUPO VII - La preocupación excesiva para con los demás o el afán de posesión.